Un paciente que precise para su cuidado el uso de respiradores,
pasará por distintas fases que van a necesitar formas de ventilación
distintas:
• Ventilación
controlada.
En estas modalidades de
ventilación el servoventilador controla todos los parametros
de la respiración.
Se utiliza cuando el paciente
carece de toda capacidad para respirar.
De esta forma se programa
el volumen minuto inspirado, el volumen en cada inspiración,
la cantidad de oxígeno, la frecuencia respiratoria, etc.
• Ventilación
asistida.
Estas modalidades se utilizan
cuando el paciente hace esfuerzos inspiratorios pero con insuficiente
capacidad precisando ser ayudado por el respirador.
Cuando un paciente comienza
a respirar por si solo ya sea porque su estado de salud mejora,
porque comenzamos a retirarle la sedación o porque finaliza
una intervención quirúrgica, entrará en una fase en la cual
hará esfuerzos inspiratorios pero no con la sufienciente fuerza
muscular como para asegurarse el volumen de aire preciso.
En estos casos la ventilación
asistida debidamente programada detectará que el paciente
intenta respirar y le garantizará un número de respiraciones
por minuto y un volumen en cada inspiración, inhibiendose
cuando el paciente consiga hacerlos por si solo.
Los movimientos inspiratorios
por parte del paciente provocan en el respirador una presión
negativa que es detectada por la máquina y en función de la
programación que hayamos hecho, iniciará una respiración,
esperará a que el paciente la haga, o le ayudará a terminar
de hacerla.
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