ANESTESIA
El procedimiento se
realizará preferentemente con anestesia local o regional,
pero podría ser necesaria la administración de anestesia
general.
La infiltración de anestesia
local se efectuará alrededor de la lesión o cercana a
algún nervio sensitivo de la zona. Usted sentirá una discreta
sensación dolorosa durante unos segundos, mientras se
produce su administración.
Por otro lado la incidencia
de reacciones alérgicas severas a los anestésicos locales
utilizados es muy baja, así como la toxicidad directa
de los mismos.
CIRUGÍA
El tratamiento consiste
en la extirpación del tumor con algún procedimiento quirúrgico:
bisturí, cureta, electrocoagulación, ...
La posterior reconstrucción
del defecto resultante se realizará mediante granulación,
aproximación de bordes, colgajo cutáneo aprovechando la
piel de
vecindad o injerto de piel (trasplante de piel de otro
lugar del cuerpo).
La pieza extirpada será
examinada en los días siguientes por el Laboratorio
de Anatomía Patológica para confirmar el diagnóstico
clínico y comprobar que los bordes de la pieza operatoria
están libres de lesión. En caso contrario podría ser necesario
la realización de otras intervenciones o adoptar otras
medidas terapéuticas para controlar no sólo los resultados
de la operación, sino también la posible aparición de
otro tumor cutáneo.
En la visita postoperatoria
se revisará el curso de la cicatrización y se le comunicará
el resultado del análisis de la pieza extirpada.
Son complicaciones
poco frecuentes el sangrado y la infección de la herida,
que podrían retrasar la curación y empeorar el resultados
estético y funcional de la intervención. Si usted toma
medicación que altera la coagulación de la sangre (Sintrom)
o antiagregantes plaquetarios debe informar a su dermatólogo.
En ocasiones y dependiendo
de la zona de la piel donde asiente la lesión y de la
propia naturaleza de la misma, que pueda condicionar un
tratamiento más o menos agresivo, pueden producirse secuelas
funcionales por sección de nervios sensitivos o más raramente
motores que atraviesen la zona. Ello se manifiesta como
falta de sensibilidad u hormigueo en la zona, o dificultad
en el movimiento de grupos musculares adyacentes
La calidad de
la cicatriz depende, además de la técnica de
sutura realizada y de los cuidados de la herida, de factores
personales, por lo que puede resultar poco estética y
requerir posteriores actuaciones.
Usted puede ayudar al
proceso de reparación (cicatrización) de su piel siguiendo
las siguientes recomendaciones:
- Evitar los movimientos bruscos
o forzados de la zona.
- Mantener las medidas higiénicas
que le recomienda su dermatólogo, que será variable
dependiendo del tipo de intervención.
- El tabaco empeora el riego
sanguíneo en su piel y por tanto entorpece la cicatrización.
- Siga una dieta rica en proteinas,
si no existe contraindicación médica para ello, ya
que son necesarias para el proceso de cicatrización.
- No exponga al sol su cicatriz
durante el primer año tras la cirugía, ya que existe
el riesgo de que adquiera una pigmentación inestética
que durará años.
Tenga en cuenta que
la cicatriz se remodela continuamente durante los dos
primeros años tras la cirugía, y por ello no tomará su
aspecto definitivo hasta entonces.