Es un tratamiento ampliamente
utilizado desde principio de los años setenta para el
tratamiento y control de muchas enfermedades de la piel
(psoriasis, vitíligo, micosis fungoide, eccemas...). El
tratamiento con PUVA consiste en la administración de
un medicamento fotoactivo (psoraleno) por vía oral y la
exposición posterior a radiación ultravioleta A.
Este tratamiento actúa
frenando la multiplicación celular tanto de las células
de la epidermis como de su sistema inmunológico .
El medicamento prescrito
se tomará con algo de comida dos horas antes de la sesión
de UVA, que se recibirá sobre toda la superficie corporal
en el interior de una cabina. Existen otras modalidades
de tratamiento, que permiten su administración sobre áreas
localizadas de la superficie corporal (manos y pies);
para ello el medicamento (psoraleno) se aplica en forma
de crema o baño sobre el área a tratar y media hora más
tarde se expone a la fuente de luz UVA.
Durante el tratamiento
es preciso que tenga puestas las gafas oscuras que se
le suministrarán, y lleve cubiertos los genitales. Una
vez abandone el Hospital utilizará sus gafas de sol y
se protegerá de la luz de la forma que se le indicará,
para evitar que aparezcan quemaduras solares o que sufra
daño en la retina.
La enfermera que le
atiende controlará la intensidad de luz que recibe su
piel mediante el control del tiempo de exposición, manteniendo
la dosis en niveles terapéuticos pero seguros.
El número total de sesiones
a la semana y la duración del tratamiento depende de su
tipo de piel (fototipo) y de la respuesta de su enfermedad
al tratamiento. Habitualmente se comienza con 2-3 sesiones
semanales.
Efectos secundarios
Puede usted notar desde
las primeras sesiones enrojecimiento y sequedad de la
piel o un ligero picor. Pronto aumentará la pigmentación
de su piel. Es raro que aparezcan otras reacciones.
En relación con la toma
del medicamento podrían aparecer náuseas.
Los pacientes que no
realizan una protección ocular adecuada pueden desarrollar
cataratas (opacificación del cristalino, la lente transparente
del ojo) a largo plazo. Por ello su dermatólogo le aconsejará
que realice revisiones oftalmológicas periódicas.
A largo plazo el tratamiento
con fototerapia en cualquiera de sus formas puede condicionar
fotoenvejecimiento (aparición
de arrugas y manchas en la piel) y el desarrollo de cáncer
de piel. Por ello debe administrarse de
forma controlada, en indicaciones concretas y sopesando
siempre el riesgo frente al beneficio que se espera obtener.
Este
tratamiento no debe administrarse
- En pacientes con enfermedades
cardiovasculares, renales o hepáticas graves.
- Durante el embarazo.
- En todos los pacientes que
hayan presentado cáncer de piel,
- Pacientes con cataratas
- Pacientes que estén tomando
algún medicamento fototóxico. Por
ello debe usted indicar a su médico todos los medicamentos
que está tomando en el momento del inicio del tratamiento
o durante el mismo.