Servicio de Urología: Reparación de hipospadias.  
 

 

REPARACIÓN DE HIPOSPADIAS

Esta intervención consiste en una reparación quirúrgica para construir un pene “normal”, consistente en un estiramiento del pene con reposición del meato y la reconstrucción de una uretra de calibre uniforme. Tiene tres objetivos: mejoría estética, miccional y de la erección.

Suele realizarse bajo anestesia general. La técnica quirúrgica puede ser muy variada, dependiendo de la localización del meato hipospádico, de las condiciones del tejido, de las intervenciones anteriores y de las preferencias del cirujano. La última decisión debe tomarla muchas veces el propio cirujano en el acto quirúrgico.

Ocasionalmente, puede ser precisa la instauración de una talla vesical durante un periodo variable.

De dicha intervención se esperan los siguientes beneficios:

  • La rectificación de la incurvación del pene, si la hubiera.
  • La ubicación del meato uretral en una posición próxima a la fisiológica.
  • La normalización de la micción y la erección.

De dicha intervención es posible, pero no frecuente, esperar los siguientes efectos secundarios o complicaciones:

  • No conseguir la rectificación completa del pene, persistiendo cierto grado de incurvación peneana producida por fibrosis postoperatoria.
  • Que el nuevo meato uretral no pueda ubicarse en el vértice del glande.
  • No conseguir mejoría en la calidad miccional.
  • Precisar varios tiempos quirúrgicos (varias intervenciones) para conseguir los objetivos iniciales.
  • Durante la intervención se pueden producir hemorragias excesivas y apertura del conducto uretral.
  • Retención urinaria en el postoperatorio.
  • Es frecuente la aparición de fístulas uretrales que precisan de nuevas intervenciones quirúrgicas para su reparación.
  • Aparición, a veces de forma tardía, de estenosis uretral o de meato, que también requerirá otras intervenciones.
  • Formación de divertículos y de redundancias en el conducto uretral.
  • En ocasiones, según el tipo de piel utilizado para la reparación, es posible el crecimiento de pelo dentro del conducto uretral, apareciendo infecciones urinarias y la formación de cálculos. Precisará la extracción endoscópica del pelo y fulguración de los folículos. Más a menudo, es necesario sustituir el segmento uretral afectado.
  • Después de la intervención quirúrgica la apariencia estética del pene difiere de la normalidad.
  • Disfunciones sexuales.
  • Infección de la herida operatoria.
  • Mala cicatrización de las heridas operatorias, e incluso, en ocasiones, necrosis de los injertos utilizados.

Opciones:

Abstención terapéutica.

 

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