Luis Romero, Carmen Luengo, Pedro Abizanda.
El delirium se caracteriza por una alteración de la conciencia y un cambio de las funciones cognoscitivas que se desarrollan a lo largo de un breve periodo de tiempo y que no puede ser explicado por la preexistencia o desarrollo de una demencia.
En 1994 se publica el DSMIV que establece como criterios diagnósticos de delirium:
La característica esencial del delirium consiste en una alteración de la conciencia que se manifiesta por disminución de la capacidad de atención hacia el entorno que se desarrolla en breve periodo de tiempo (horas o días) y tiene un curso fluctuante. Se acompaña de cambio en las funciones cognoscitivas (deterioro de la memoria, sobre todo de fijación, desorientación temporal, espacial y en persona, alteración del lenguaje y pensamiento desorganizado). Pueden aparecer alteraciones de la percepción (interpretaciones erróneas, ilusiones o alucinaciones sobre todo visuales, delirios paranoicos o de persecución que suelen ser transitorios y poco sistematizados); así como otros síntomas y trastornos asociados (alteración del ritmo sueño-vigilia, trastornos emocionales y alteraciones vegetativas).
El riesgo de morbi-mortalidad hospitalaria depende de la gravedad del proceso etiológico subyacente, y es un factor independiente de deterioro funcional (al menos a largo plazo); además puede identificar pacientes con mayor riesgo de deterioro cognitivo y su presencia durante el ingreso hospitalario implica una mayor probabilidad de institucionalización al alta y en el seguimiento a los seis meses.
Es compleja y multifactorial debida en muchas ocasiones a factores precipitantes sobrepuestos a un anciano vulnerable con factores predisponentes.
A. Factores predisponentes.
B. Factores precipitantes.
Son factores extrínsecos al paciente, generalmente multifactoriales. Pueden ser atribuidos a cualquier enfermedad o medicación, aunque no es raro no encontrar causa que lo justifique.
Tabla 1. Principales Enfermedades asociadas con aparición de delirium en el anciano
Tabla 2. Fármacos y Tóxicos que pueden causar delirium
Tabla 3. Factores relacionados con la Hospitalización
La función del clínico va encaminada a:
1º. Historia clínica, exploración física y neurológica.
Prestando especial atención al uso de fármacos y hábitos tóxicos, estado mental y la existencia o no de episodios anteriores de delirium. Búsqueda sistemática de signos de infección, ICC, IAM, deshidratación, retención aguda de orina o impactación fecal. Infartos focales en región temporo-occipital inferior o en la región parietal, prefrontal, subcortical de hemisferio derecho puede causar una alteración difusa de la atención.
2º. Exploración mental.
Ninguno de los tests psicométricos existentes establece el diagnóstico; el MMSE no permite el diagnóstico diferencial entre demencia y delirium y nunca debe realizarse en el momento en que el paciente tiene un delirium.
Existen escalas diseñadas para intento de detección rápida del síndrome: DRS (Delirium rating scale), DSI (Delirium symptom Interview), o el CAM (Confusion Assessment Method). Esta última está validada específicamente para delirium, es capaz de distinguir entre demencia y delirium, valora múltiples características del delirium y es factible su realización en pacientes con delirium. Se creó basándose en los criterios diagnósticos del DSM-III R e incluye:
El diagnóstico se realiza si cumple 1+2+3 ó 4. No obstante tiene un uso limitado para el diagnóstico de delirium basado en los criterios diagnósticos del DSM IV, ya que en éste se requiere un trastorno de conciencia para el diagnóstico y además tampoco se valora en este test el estado cognitivo. S:94-100%, E:90-95%; VPP:91-94%; VPN:90-100%.
Existen también otros test sencillos (series de 7 números, nombrar al revés los días de la semana, o los meses del año...) pero que sólo valoran la atención y no se puede realizar en pacientes graves o letárgicos.
3º. Estudio inicial.
No existe acuerdo entre los autores con respecto a la extensión de las exploraciones complementarias a realizar. El estudio deberá ser individualizado y básicamente comprendería:
4º. Otras exploraciones complementarias.
Se debe plantear pruebas de neuroimagen en las siguientes circunstancias:
Respecto al estudio de LCR, es una técnica de bajo rendimiento en anciano, planteándose su realización en pacientes con fiebre sin encontrar foco obvio. Se genera en general polémica respecto de si se debe realizar a todo paciente con fiebre y delirium, ya que en más del 95% de los casos las causas más frecuentes son infección, deshidratación y alteraciones metabólicas.
El electroencefalograma muestra un enlentecimiento difuso de la actividad de base(con excepción de la deprivación alcohólica o intoxicación con hipnótico sedantes) que se relaciona con la severidad del déficit cognitivo, aunque carece de especificidad. Se puede realizar para:
1. Demencia.
La demencia y el delirium son los 2 transtornos mentales más frecuentes en la población anciana. Hasta un 50% de las demencias al ingreso tienen un delirium asociado y entre el 25-50% de los delirium tienen una demencia de base. La dificultad para diferenciar estas dos entidades es un problema muy frecuente en la práctica clínica diaria. Será necesaria una historia clínica detallada a partir de familiar o cuidador, y atender a una serie de aspectos reflejados en la tabla 4.
Características | Demencia | Delirium |
---|---|---|
Inicio | Insidioso | brusco |
Duración | Larga | breve |
Curso en 24 h. | Estable | Fluctuante, peor por la noche |
Conciencia | Clara | disminuida |
Atención | Normal excepto severos | Alterada globalmente |
Cognitivo | Deterioro global | Alterada globalmente |
Alucinaciones | A menudo ausentes | Visuales, rara auditivas |
Delirios | A menudo ausentes | Fugaces, poco sistematizados |
Orientación | A menudo alterada | Alterada |
Actividad psicomotora | A menudo normal | Aumentada y/o disminuida |
Lenguaje | Afasias, perseveración | Incoherente, lento o rápido |
Movimientos involuntarios | A menudo ausentes | Frecuentes |
Enfermedad/fármacos | A menudo ausentes | Uno ó más presentes |
Sueño | Menos alterado | Alterado |
2. Reacción catastrófica.
Se trata de una reacción frente al ambiente o situaciones de estrés de un demente. Raras alucinaciones y el EEG es normal. Responden al cambio de ambiente.
3. Depresión.
Simula un delirium hipoactivo. No datos de enfermedad orgánica o intoxicación por fármacos, conserva atención y conciencia, no transtornos de percepción y el EEG es normal.
4. Ansiedad.
Simula un delirium hiperactivo. Al igual que en el caso anterior conserva atención y conciencia y no suelen tener trastornos de la percepción.
5. Trastornos Psicóticos.
Esquizofrenia, psicosis reactivas. Simulan delirium hiperactivo. Suelen conservar la conciencia, la atención puede estar alterada, los delirios son sostenidos y están sistematizados. El EEG es normal y el curso es más estable.
6. Trastornos Orgánicos.
Alucinosis orgánicas, intoxicación por anfetaminas, Síndrome de Korsakoff, hipertiroidismo apático. En estos casos la atención suele estar conservada.
La prevención del delirium incluye:
En la siguiente tabla se propone un ejemplo de protocolo de intervención ante factores de riesgo de delirium (Inouye et al. NEJM 1999;340:669-76).
Factores de riesgo | Protocolo de intervención |
---|---|
Deterioro cognitivo | Protocolo de orientación: Calendarios y lista de miembros del equipo.Protocolo de actividades: Actividades de estimulacióncognitiva (discusión de noticias, juego palabras) |
Deprivación de sueño | Manejo no farmacológico: bebida caliente a la hora del sueño, relajación musical, masaje en espalda.Protocolo para mejorar el sueño: Estrategias de reducción de ruido y ajuste de horarios para permitir el sueño (ej. cambio en el horario de medicación) |
Inmovilidad | Protocolo de movilización precoz con mínimo uso posible de elementos que favorecen la inmovilidad (sondas,..) |
Deterioro visual | Protocolo de Visión: Ayudas visuales(gafas o lentes de contacto) y adaptaciones(iluminación...) |
Deterioro auditivo | Protocolo de audición: Uso de audífonos, desimpactación de tapones de cera y técnicas de comunicación |
Deshidratación | Protocolo de deshidratación: Temprano reconocimiento y adecuada repleción, por VO si fuese posible. |
Se usa sólo durante el episodio, para revertir signos y síntomas psicóticos, tratar la ansiedad y agitación, cuando las anteriores medidas han sido insuficientes. Se debe usar la mínima dosis durante el menor tiempo posible.
1. NEUROLÉPTICOS.
Son los fármacos de elección.
Neurolépticos de alta potencia:
De elección cuando se presentan síntomas psicóticos, tienen pocos efectos sedantes, no efectos hipotensores pero tienen más efectos extrapiramidales.
Neurolépticos de baja potencia:
Comparados con los de alta potencia tienen menos efectos extrapiramidales pero más efectos sedantes, más efectos anticolinérgicos (lo cual puede agravar el delirium) y cardiovasculares (hipotensión).
2. BENZODIACEPINAS.
De uso para controlar de forma inmediata la agitación, ansiedad o para asegurar el sueño. Es el fármaco de elección en los casos de deprivación de sedantes-hipnáticos y alcohol, y son útiles como adyuvantes de los neurolépticos.
De elección las de vida media corta: Loracepam(Orfidal): 0,5-1 mg.
En demencias puede haber respuestas paradójicas y aumentar el delirium.
El Midazolam(Dormicum) tiene una vida media corta, se han usado bajo control estricto pero sin embargo se han asociado con un alto riesgo de deprivación cuando se suspende y con agitación paradójica cuando se usa en pacientes con deprivación por sedantes-hipnóticos, además produce metabolitos activos que pueden acumularse en pacientes con hepatopatía y causar toxicidad. Permite la administración iv pero hay que tener en cuenta el efecto depresor del SNC.
3. CLOMETIAZOL (Distraneurine).
Uso en delirium por deprivación de alcohol. Distraneurine solución inyectable al 0,8%,500 ml: Comenzar con 24-60 mg/min(60-150 gotas minuto) hasta conseguir un sueño superficial; la dosis de mantenimiento varía de 4-8 mg/min (10-20 gotas min).
También tiene efecto hipnótico para asegurar el sueño.
4. OTROS. Uso más limitado y puntual para control de determinados síntomas.
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