Consiste en la administración por vía
intravenosa de una sustancia llamada ACTH, que es producida
normalmente por el organismo, aunque en cantidades más pequeñas
que las que se administran para el test. Posteriormente se
realiza una o varias extracciones de sangre en tiempos determinados.
Para qué sirve:
Para estudiar la respuesta de distintas
hormonas a la estimulación con ACTH. La mayoría de las veces
empleamos esta prueba para diagnosticar la deficiencia de
una hormona llamada cortisol o en el estudios de algunos casos
de exceso de andrógenos.
Qué efectos secundarios puede tener:
El ACTH puede producir, en rarísimas
ocasiones y como cualquier medicamento, reacciones adversas
en caso de que el paciente sea alérgico, pudiendo llegar a
producir un shock anafiláctico.