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Evitará tomar comidas grasientas (como fritos, rebozados,
empanados, salsas, frutos secos, embutidos o chacina, etc.)
o muy condimentadas (picantes, salazones, etc.) o muy dulces,
porque todo ello le provocará sus molestias o empeorará
su enfermedad, si bien es cierto que dependerá también
de la cantidad de las mismas ingerida.
Se aconseja que las comidas sean escasas, sin saciar completamente
el apetito, volviendo a comer en pocas horas si es preciso,
evitando con ello llenar completamente el estómago.
En las horas de digestión evitará acostarse,
agacharse y llevar ropa que apriete la cintura. Se aconseja
llevar cintura elástica y evitar fajas. Tras la última
comida del día, que debería haber sido escasa,
debe dejar transcurrir al menos 3 horas antes de acostarse.
Si tuviera sobrepeso debería adelgazar hasta su peso
ideal. El tabaco, el café y el alcohol son perjudiciales
en su enfermedad, aumentando sus síntomas.
Para dormir (ver imagen superior) puede ser aconsejable una
cama con cabecero abatible elevándolo unos 30º con
un colchón que se adapte a la elevación (no
sirven colchones rígidos de muelles). En su defecto
puede colocar un tablón bajo el colchón que
llegue hasta la cadera, siendo mucho menos recomendable un
tablón completo o una elevación de los pies
delanteros de la cama, porque estas ultimas medidas consiguen
una mínima elevación.
Tiene que saber que su enfermedad no desaparece con el tratamiento
de forma definitiva, pero sí mejorará de forma
importante. Por ello no debe abandonar el tratamiento sin
indicación de su médico.
Servicio de Digestivo.
Complejo Hospitalario Universitario de Albacete
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